sábado, 30 de julio de 2011

Decisión equívoca

Mis bolsillos pesan demasiado,
En ellos he guardado varias piedras.
Porque soy conciente de los errores cometidos,
Y llevaré la culpa en mi alma eterna.
Creí que tenía el mundo a mis pies,
Que nada podría desviar mi atención.
Pero la curiosidad fue mi talón de Aquiles,
Que hizo estar al filo de la perdición.
No sé en qué momento transcurrió,
Que todo lo que sucedía era ensueño.
Mi mirada se enfocó en otra ruta,
Que tan solo era un espejismo embustero.
Sabía que estaba equivocada,
Que nada de ello tenía destino.
Que enfrente yacía lo incierto.
Y detrás, quedaba el olvido.
Me excitaba imaginar otra vida,
Distinta a la historia del que éramos partícipes.
Siempre era tan monótono el camino,
Y temía equivocarme de príncipe.
Que ironía creer que estaba errada,
Nunca tendría que haber dudado de nosotros.
Ahora, más que nunca sé que eres lo que quiero
Que estamos hechos el uno para el otro.
Pero jamás lo hubiese advertido,
De no haber sido por esta contradicción.
De los errores se aprenden,
Pero eso no justifica mi error.
Actualmente, soy otra persona,
Ya no buscaré otros compañeros momentáneos.
Hoy más que nunca tengo la certeza,
Que eres lo que siempre he soñado.
Aunque se dice que nunca es tarde,
Afortunadamente, todo ha quedado en el pasado.
Me he dado cuenta en el momento preciso,
Que perderte sería el más grande pecado.
                                                                                  Crullams.