martes, 18 de enero de 2011

Pensamientos Mordidos


Por más que lo intente, no puedo controlarlo.
La serpiente espía por el picaporte de la puerta,
Esperando el momento para saltar sobre mí,
Acechando amenazante con pensarlo.
La tentación solía esconderse atemorizada,
Mi orgullo se enfrentaba en un mano a mano contra ella,
Era lo suficientemente fuerte para ganarle
Y evitar así que me afectara su presencia.
Hoy, la luz de su mirada me inhibió,
Dejando al descubierto la estrategia de la jugada,
Aceptar mi derrota es la única opción,
Y quedar indefensa ante su mordida envenenada.
Es entonces cuando pierdo la noción del tiempo y espacio,
Me dejo llevar por lo que me manda mi interior,
Hipnotizada caigo entre sus brazos,
Y cohíbe todo aquello que impediría la razón.
Pero es que su piel posee la suavidad de la seda,
Que recorro rozando con mis manos.
Un jardín de aromas posa sobre su melena,
Que se prolonga con los días en mi recuerdo el olfato.
Sus labios son la perdición al paraíso divino,
Y  me tientan con tan solo hablarme.
Es entonces que deseo una dosis de  sus besos furtivos,
Que me trasladan al abismo en un instante.
Con el toque de sus manos emprendemos el  viaje,
Y hace  que me pierda en otra dimensión,
Dejando a un lado los anclajes
Y donde sólo existimos él y yo.
Tal como un espía, su tacto se infiltra entre mi ropa,
Que busca incentivado por la excitación,
Y encuentra el punto justo a mi deshonra,
Dejándome llevar por el calor de la pasión.
Y ahora recostada en mi cuello sus colmillos mordieron,
Sin siquiera notarlo, en mi cama me atrapó nuevamente.
En mi sangre logró inyectar el veneno,
Con un poco de complicidad inconciente.
Es así que asumo mi derrota.
Es tarde en la noche y me dejé perder,
Hace efecto su poción tóxica…
Me encuentro otra vez escribiendo y pensando en él.
                                                                                                                Crullams

viernes, 7 de enero de 2011

Trayecto Final

Te has ido, pero ciertamente sé que no. Estás en algún lugar, respirando y latiendo al mismo tiempo que yo. Mientras ambos posamos enredados entre las sábanas del cuerpo de turno alardeando por equivocación... mientras mantenemos nuestra mente ocupada en otra silueta y anhelando otra ocasión. Quizás estés equivocado y nuestros relojes estén sincronizados. Tal vez, en lo inconsciente de nuestros sueños, que dibujan lo imposible de esta pasión, en lo racional de nuestras mentes o en lo sentimental del corazón. Mas ya no sé que es esto que formamos, es absurdo buscar una definición. Por momentos, eres ese alguien perfecto que desaparece del otro lado de la puerta. Es entonces que queda en mi mente esa imagen perversa, de quererte mío y abandonar toda certeza. Y a pesar de que intento manipular mis sentimientos, poco a poco se dispersan en otros sentidos. Intento encasillarlos y enviarlos lejos de mi alcance, aunque detrás de otros se escoden escurridizos. Entretanto, te espero en la estación de lo incierto con destino al olvido. Sin embargo, aún no hemos comenzado, siquiera trazado el recorrido. Quizás, debamos buscar la ruta más larga y tomar un desvío, para evadir el camino sin salida... para burlarnos del destino.
                                                                                      Crullams.